Leemos en Libertad Digital que el futbolista Amir Nasr-Azadani ha sido condenado a muerte por apoyar las protestas de sus compatriotas.
En Qatar aún se celebra el mundial de sangre, no pasa nada, el mundo del futbol está bien engrasado con los millones de esos tiranos para no decir ni mú. Permitir que se celebre la final, se hagan pagos a lo ya cobrado. Que civilización tan penosa se nos está quedando.